Gabriel --diez años-- está excitado. Es la primera clase de apoyo escolar con una "seño" nueva, que soy yo.
Hace preguntas que no tienen nada que ver con la tarea, se distrae y compite con su amiguito --que está con otra "seño"-- a quién termina primero. Al fin, se va una unidad.
-¡Terminé! ¡Terminé! -grita al tiempo que le refriega la hoja por la cara a su contrincante- ¿Ves? ¡Tengo más CELEBRO que vos!
Al rato...
-¿Tenés novio? ¿Cuántos años tenés? --me dispara.
- No tengo, ni ando buscando ¿Por?
- Ah... -decepcionado- Quería presentarte a mi hermano más grande, de veinte.
- Ey...yo tengo treinta y dos.
- ¡Ah, no! ¡Entonces no! Sos re vieja.