jueves, 30 de abril de 2009

UN TAXISTA MUY GAUCHO



Soundgarden en la mesa de luz (”In my eyes...indisposed”) y manotazo al celular que titila. Despego un ojo, el otro. Uhhhh, 6.50. Lo programo a las siete. Diez más, diez menos. Seven o´clock, Soundgarden segunda vuelta y ahora sí no queda otra. A correr descalza al baño y sentir el abrazo matutino de la lluvia (jabón rosa exfoliante y savia vegetal)


(“Black hole sun, Won’t you come, Won’t you come...”)


Lo que sigue es una mini maratón pero en sentido contrario (del baño a la pieza) La musculosa blanca del gato rosa es lo primero que asoma en el placard, como si supiera que hoy le toca. Pañuelo turquesa con brillo, bastante rimel y a esperar el taxi en la vereda para ver el cielo.

El taxista que frena, amaga a bajar, pero queda sujeto al cinturón de seguridad. Me pregunto ¿para qué querrá bajar este hombre? (la lógica sería que yo suba y no que él baje) Todo se devela cuando, desde su asiento, estira el brazo con la intención de vaciar su mate en un contenedor.

-Deme, deme, que para mí es más fácil.
-Bueno...muchas gracias. ¡Me da una bronca sacarme el cinturón!

Toma el primero (por cortesía) y me da el segundo (¡Qué buena onda este taxista! ¡Qué buen mate!) Eso sí, no para de hablar (y a mí que todavía me cuesta seguirle el hilo de la gripe porcina, la marcha contra la inseguridad y el dilema de una amiga suya que está por internar a la madre en un geriátrico)
Y en eso sale con un “¿Y cómo es éeeeeeel? ¿En qué lugar se enamoró de tiiiiiiii”? Y me dice en tono de comediante con falsa indignación: “Se me pegó, se me pegó Perales”.

Risa va, mate viene, no puedo dejar de pensar a quién se parece: colorado, muy flaco, dientes prominentes y sonrisa fácil.
¡Lo tengo!
Es un híbrido entre Garganta de Lata y Ungenio (¡PLOP!)


Garganta de Lata



Ungenio


Y así entre Piporé, Perales y Condorito, me deja en la primera cuadra de Rodríguez, donde bajo gustosa de pagar el viaje.

-Gracias por los mates...

Ahora, un edificio marrón me tapa el cielo, pero en un giro de 90º logro sortear el obstáculo (Ah, qué alivio, sigue estando ahí)

-Este cacho de celeste se viene con nosotros -le digo al felino de la musculosa-. Grabalo en tus pupilas gatunas.
(y él ronronea, señal que está de acuerdo)