Matteísmo
15/12/12
Matteo quiere ver una peli conmigo.
Elegimos un título que pueda funcionar para los dos y nos acomodamos en el sillón.
A falta de pochoclos hay muchos mimos.
Con todo dispuesto, damos enter.
Oh, Oh. Parece que el sonido no anda. Y no anda. Y no anda. Como no soy lo que se dice una especialista en superar estos repentinos escollos tecnológicos luego de variadas insistencias, apelo a la versatilidad de mi hijo y propongo un ¡cambio de plan!
--Bueno, mami, entonces voy a jugar a Gaturro.
--¿Y yo qué hago? ¿No íbamos a hacer algo juntos?
--Sí... Vos me podés mirar.
Ja jaaaaaaaaaaaaaaa.
Hay diálogos que me superan.
-¿Qué estás haciendo en la compu, ma?
-Estoy mirando blogs, escuchando música…
Matteo ríe a carcajadas.
-¿De qué te reís? –cuestiono, porque no creo haber dicho algo tan gracioso.
-De que me tiré un pedo. Y también me toqué el pito.